El fin justica los medios
La semana deportiva termina con una muy buena y, a la vez, inesperada noticia: La selección de fútbol de Togo podrá participar de las próximas dos ediciones de la Copa Africana de Naciones, gracias a la ayuda del Presidente de la FIFA, el sueco Joseph Blatter.
La sensación que nos rodeó a todos los que oímos, de súbito, esta novedad fue una mezcla, de idénticas proporciones, entre sorpresa y felicidad. Así, afortunadamente, se le da un cierre a la historia deportiva más lamentable que se vivió en el último año.
Todo había comenzado a principios de año. Mientras que, por estos pagos, nos encontrábamos pendientes de los diversos atractivos que nos brindaba el Dakar Argentina - Chile 2010 (Competencia que se trasladó a Sudamérica, debido a las violentas disputas, encabezadas por facciones terroristas, en África), en Angola, estado africano, se ultimaban los detalles para la realización de la copa de selecciones de fútbol de aquel continente.
Días antes del puntapié inicial, el autobús que conducía a la delegación de Togo a su destino, Cabinda, sufrió un atentado. Miembros de la guerrilla separatista del Frente para la Liberación del Enclave de Cabinda (FLEC) ametrallaron al vehículo, y dejaron un saldo de tres muertos (El entrenador de arqueros, el Jefe de Prensa del equipo y el chofer) y dos heridos de gravedad, quienes, luego, pudieron recuperarse.
Ante este escenario, los más altos dirigentes del gobierno de Togo les pidieron a los encargados de la delegación que retornaran, inmediatamente, a su país. En un primer momento, se encontraron con la negativa de la plantilla, ya que su idea era jugar el torneo, a manera de homenaje hacia los difuntos. Aunque, más tarde, desistieron de su intención y, así, abandonaron la competencia.
Acto seguido, y además de garantizar la seguridad para el resto de los planteles involucrados, el comité organizador del certamen, junto con la Confederación Africana de Fútbol (CAF), dispusieron una sanción reglamentaria a los togoleses.
Debido a haber detectado “interferencias gubernamentales” en la retirada del equipo del campeonato, Togo fue inhabilitado para participar de las dos subsiguientes ediciones de la Copa Africana de Naciones y, por otra parte, debía pagar 50 mil dólares de multa.
Cabe destacar que la Copa de África se desarrolló bajo la más absoluta normalidad. Egipto se consagró campeón. Sin embargo, eso pasó desapercibido.
Como predican Los Redondos, “el que abandona/no tiene premio”, aunque pareciera que esta pena (Palabra exacta para la situación) era excesiva, si sólo se cae en la noción que el fantasma de Cabinda perseguirá por siempre las conciencias de quienes vieron morir a sus compañeros de ruta.
Pero, sin mendigar la compasión de la comunidad futbolística africana, Togo acudió al Tribunal Arbitral Superior (TAS) para apelar la condena que pesaba sobre su espalda. Sin que trascurriera mucho tiempo, el recurso fue desestimado. Y todo parecía irreversible para este humilde representativo.
A sólo 33 días del comienzo del Mundial Sudáfrica 2010, Joseph Blatter se encuentra en plena campaña electoral, con el fin de iniciar su cuarto período (2011 – 2015) como mandamás de la FIFA. En otro de sus innumerables con altos dirigentes del fútbol, el sueco se entrevistó con los africanos, entre ellos estaba Issa Hayatou, líder de la CAF.
Allí mismo, Blatter los convenció (No trascendió la forma) de levantar la suspensión que le pesa a Togo para tomar parte de las próximas ediciones de la Copa Africana de Naciones. Luego, en un comunicado del TAS, se señala que las dos partes arribaron a una solución satisfactoria.
De esta manera, la versión oficial indica que La CAF y la Federación de fútbol de Togo acordaron que el castigo "no cumple con el reglamento de competencia de la CAF". La otra verdad, que debe existir, la sabremos con el correr del tiempo.
Hoy, descorchamos lo que venga. Se hizo justicia. Togo puede jugar las siguientes copas. Esta vez, el fin justifica los medios.
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